Por Nicolás De la Barrera
Para entender lo que pasó en Jujuy luego del crimen del militante radical Jorge Ariel Velázquez, ocurrido después de las PASO. desde La Revancha (FM La Tribu) conversamos con Sebastián, militante del FOL .
“Las violencias política e institucional en Jujuy son características que desgraciadamente están muy extendidas en la provincia”, afirmó Sebastián Fernández, integrante del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) en Jujuy, en una entrevista con La Revancha (FM La Tribu), en relación al crimen del militante radical Jorge Ariel Velázquez ocurrido luego de las PASO.
Fernández también se refirió a la organización Túpac Amaru, como “una especie de gran puntero político” y que al mismo tiempo es señalada por diversos sectores como responsable de agresiones a quienes militan en la oposición jujeña.
“Hay que tener mucho cuidado, Generalmente se generan lazos de seguridad o protección en situaciones particulares, entre organizaciones de posicionamientos políticos que en distintas circunstancias estarían opuestas”, describió el miembro del FOL sobre el día a día de la militancia política en Jujuy. “Si vas a organizar una marcha tenés que tener un doble cuidado. Por un lado de que no te reprima la policía, pero por otro también por las mismas organizaciones paraestatales que pululan por la provincia y que te pueden levantar a veces”, explicó.
“Si bien la Tupac Amaru es la representante más clara de esta tendencia hacia la violencia política, es algo que atraviesa al grueso de los partidos políticos de Jujuy. En el caso de San Pedro (la localidad en donde ocurrió el crimen de Velázquez), a esto se le añade un ingrediente explosivo más también, ya que es un poco el epicentro del mercadeo de la droga en Jujuy, donde está implicada la misma policía”, sostuvo el militante del FOL.
Fernández remarcó que los hechos de violencia como del que fue víctima el joven radical, o el asesinato de Luis Darío Condorí, en 2012, a manos de integrantes de la agrupación Tití Guerra, vinculada a Tupac Amaru, suceden en el marco de una provincia con un índice de pobreza del 52 por ciento y un 15 por ciento de indigencia. “Ahí hay más que de sobra material humano para el trabajo de estas distintas vertientes asistencialistas que se manifiestan a partir, en particular de la Tupac, de un uso excesivo de la violencia en el día a día”, declaró Fernández.
Consultado sobre qué papel juega el Estado en los casos de violencia política, el militante del FOL aseguró que muchas veces actúa como “un encubridor”, y destacó que siempre “termina siendo el gran beneficiado, puesto que esto aporta la fragmentación de las luchas populares”.
Para mostrar la otra cara de la moneda, Fernández resaltó la presencia de “distintas organizaciones que al margen de los posicionamientos políticos, participan de una u otra forma, basadas en la asamblea, en la formación, el debate conjunto y la búsqueda de puestos legítimos de trabajo”.
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